EL CERRO RICO DE POTOSI SE HUNDE

Por Clovis Díaz de Oropeza F.

Mientras el Cerro Rico de Potosí se hunde a diario 0.05 mm y se desplaza continuamente en coordenadas norte-este, anunciando una catástrofe de proporciones jamás experimentadas, continúa la explotación de sus veneros, riqueza que sobreviviría al derrumbe de nuestro ícono nacional.

A continuación, el reportaje difundido el año 2014, cuyo  entrevistado de entonces fue el  Ingeniero Marco Montoya Rivera,  quien afirmó que  los gobiernos de turno y oposición política de ayer y de hoy, no  reparan en lo que podría suceder si se hunde el Cerro Rico, un emblema nacional.

ICONO NACIONAL

Tanto para las instituciones estatales y privadas, cuanto para trabajadores, proletarios, cooperativistas y empresas que excavan sus faldas y más arriba de la cota 440, el posible derrumbe del Cerro Rico no es un secreto. Empero, debido a las fabulosas ganancias que producen la plata y otros minerales, esta verdad permanece oculta y amordazada en los socavones de la oscuridad, dijo nuestro entrevistado,  el especialista Marco Montoya Rivera.

Si ocurre, por desgracia, la caída de tan majestuoso Cerro, la culpa será de todos los bolivianos que hoy miramos displicentes el atentado del Siglo Veintiuno contra un monumento histórico, precolombino, colonial, republicano y de actualidad, agregó Marco Montoya Rivera.

Escuchamos y leemos a la prensa potosina denunciar diariamente el acoso que sufre nuestro emblema nacional; escuchamos al Comité Cívico de Potosí lamentar la indiferencia del Estado, la neutralidad de COMIBOL y nos sobrecogemos al comprobar un silencio vergonzoso, cuando intereses privados, empresariales, cooperativistas y hasta políticos, sabiendo que el Cerro Rico de Potosí está condenado a muerte violenta por el saqueo de sus entrañas, no contribuyen a generar un plan de salvamento de extrema urgencia. Si muere el Cerro Rico de Potosí, morirán muchas expectativas económicas.

La continuidad del blasón nacional, reitero, no es cuestión sólo de potosinos. Compete a los cuatro puntos cardinales de nuestra Patria; importa a los ocho departamentos restantes y obliga a las instituciones de influencia económica, la Banca; a los ministerios del ramo y de Cultura, obliga a los líderes y caudillos políticos del oficialismo y de la oposición, pues, nuestra Historia quedaría trunca si desaparece este emblema de pertenencia nacional.

Tampoco están absueltas las organizaciones internacionales, que declararon al Cerro Rico y su hija, la ciudad de Potosí, Patrimonio mundial.

Interesa y motiva para que los bolivianos juntemos nuestras voces en una Gran Cruzada Nacional, para impedir que el Cerro Rico de Potosí se transforme en el horrendo hueco de la impunidad y el cinismo.

De nada valen teorías en sentido de que el Cerro Rico de Potosí sostuvo el andamiaje Colonial y que, por lo tanto, merece su desplome. Que se conozca, esta mole de plata, este triángulo perfecto, es una Waca prehispánica; es parte del Coloniaje; es la cúspide de la Independencia de Bolivia y jamás de los jamases, puede hollarse ni por venganza, ni por intereses económicos, ni ideológicos. ¡Salve, Oh Potosí! ¡Bolivia no te abandonará¡

 PELIGRO LATENTE

Pero en realidad por qué los Potosinos reclaman tanto del Cerro Rico de Potosí? He tratado de responder a esta interrogante desde hace mucho tiempo. Creo que el planteamiento de estas afirmaciones las realizo en el entendido de perder la forma cónica del Cerro Rico.

¿Cuáles serían las posibles consecuencias en caso de que colapse el Cerro Rico de Potosí? Basándonos en el estudio Geodinámico del Cº rico de Potosí, trabajo llevado adelante por el Instituto geográfico Militar por encargo de la UNESCO para COMIBOL, se ha establecido la línea base en la cual se puede determinar con facilidad las grandes catástrofes a la que puede ser sometida toda la población de la Villa Imperial.

  1. En caso de un asentamiento del Cº rico de Potosí, los probables problemas que pudieran darse de inmediato serían los siguientes:
  2. Sería como si explotara una bomba atómica mínimamente 100 veces más grande que la bomba atómica que arraso Hiroshima.
  3. Ante esta catástrofe, 5.000 a 10.000 mineros que trabajan en este portentoso cerro desaparecerían inmediatamente.
  4. La ciudad, por su particularidad (calles angostas), estarían sentenciadas a desaparecer, casi de forma inmediata.
  5. Los ingenios mineros que tienen actividades en la Villa imperial, por la falta de infraestructura adecuada a la seguridad industrial, verterían todos los químicos que utilizan en el proceso de flotación del mineral que trabajan, contaminando de esta manera las aguas que son nacientes del Pilcomayo.
  6. Los ingenios mineros grandes que se encuentran detrás del Cº Rico, también colapsarían, causando grandes desastres ante la contaminación con cianuro de parte o toda la cuenca del Pilcomayo, llegando inclusive a contaminar con cianuro los departamentos de Potosí, Chuquisaca, Tarija e inclusive esta contaminación pudiera llegar hasta la Argentina y Paraguay, provocando un desastre ecológico de dimensiones insospechadas.

2.- Estas hipótesis pueden hacerse realidad y  es imprescindible el monitoreo geodinámico del Cº Rico de Potosí para prever estas posibilidades catastróficas que pueden hacerse realidad en cualquier momento.

FUTURO DE LA VILLA IMPERIAL

¿Cuál sería el futuro de la Villa Imperial? Francamente, creo que de suceder esta catástrofe, los que se beneficiarían de todo el dolor de la familia boliviana, serán  las transnacionales que echarían un vistazo, cual aves de rapiña para extraer las ingentes riquezas que aún en sus entrañas oculta el Cerro  Rico de Potosí, y ¿qué decir de la COMIBOL? seguro estará presente para negociar la explotación del Cerro Rico de Potosí para una extracción masiva de la plata del que en vida fue, si ocurre la desgracia, “el Rey de los Montes y Envidia de los Reyes”, concluyó  Marco Montoya Rivera.

Vale la pena tomar en cuenta  esta contribución a la temática que enfoca la salvación del Cerro Rico de Potosí, en cuyas entrañas y sobre todo en su base interna, existen minerales para que Bolivia los explote por otros cinco siglos más.

Créditos foto ABI (Cerro Rico de Potosí)