EL ASALTO A LA TIERRA

Por Clovis Díaz de Oropeza F.

Verdaderas hordas armadas, asaltan la propiedad privada y del Estado, generando a lo largo y ancho de nuestro país, zozobra e inseguridad.
De qué sirven las escrituras de pertenencia de propiedad, ante el avasallamiento de grandes grupos que no respetan los derechos privados ni del Estado boliviano.
Cientos de personas, marchan sigilosamente, hasta llegar a las tierras que tienen dueño, como ocurre en los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz, Cochabamba, Tarija y Norte de La Paz.
Quienes dirigen este asalto de grandes proporciones, guían a sus huestes a las tierras ganaderas, de sembradíos y de producción, con la consigna de ocupar terrenos y construir velozmente casuchas y caminos, para sentar pertenencia de lo que nos les pertenece.
Un mensaje interno y externo contra las inversiones y el desarrollo normal de Bolivia. Suena a una avanzada, para eliminar el derecho adquirido legalmente por los legítimos propietarios y, por supuesto, una estrategia para apoderarse de las tierras estatales.
¿Podría ser una campaña calculada, para cosechar votos y al mismo tiempo, debilitar económicamente a propietarios e inversionistas pero, en esencia, sería una forma de guerra al capital que invierte en Bolivia?
Reiteramos: estamos a las puertas de un enfrentamiento armado entre avasalladores organizados y los defensores de la propiedad privada y de las tierras pertenecientes a las etnias que las ocupan con todo derecho.
El Estado boliviano debe actuar ahora, antes de que esta sospechosa ocupación de tierras se agigante y desarrolle en Bolivia el ármese quien pueda.
El Estado tiene la palabra y la solución en sus manos: expulsar y castigar con el peso de la ley a los asaltantes de la tierra.